(León Estrada)
Yo no soñaba con el mar.
La arena fue otra ensoñación
perdido espejo de mi infancia.
Um hombre enloqueció de tanto mar
de tanto brillo y tanta piel.
En él se hundía mi inocencia
moría algún vecino
se resumía el horizonte.
Nunca soñaba con el mar.
Bastaba sú inmensidad rodeándome
por siempre.
Peligro y salvación.
Traidor. Belleza.
Enemigo sonoro. Reflejo de la isla.
Mar.
Hoy que sé que soy nada
es que sé que eres todo.
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